The Emotion Machine: Emotional States, Attachments and Goals, From Pain to Suffering
Alguna vez publiqué algo de información sobre el libro de Marvin Minsky, La Máquina de Emociones _(_The Emotion Machine), pero nunca había tenido la oportunidad de leerlo en profundidad. Finalmente, a través del paso del tiempo, fui avanzando sobre las páginas – si es que es válida la expresión – del mismo.
El libro es en extremo interesante, pero desafortunadamente la versión online tiene muchos rasgos que nos hacen notar que se trata de un borrador previo a la publicación, debido a la forma poco explicativa de ciertos conceptos, pero no por eso deja de ser muy entendible, siempre cargadísimo de ejemplos y explicaciones que nos permiten comprender lo explicado.
El primer capítulo, Emotional States (Estados Emocionales) plantea principalmente la teoría que se desarrollará durante el resto del libro: las teorías de ciencias cognitivas por lo general fallan porque buscan explicar la mente bajo reglas simples, siendo que posiblemente sea más compleja de lo que estas leyes plantean. Entonces, ¿por qué no plantearla como una combinación de elementos que se relacionan de forma compleja?
Introduce la idea de los recursos, que son (según su teoría) elementos que producen distintas respuestas dentro del comportamiento humano, y cada recurso puede a su vez generar acción en otros recursos. A medida que el tiempo pasa y aprendemos a controlarnos, estos recursos tienen reforzadas o disminuidas las relaciones entre sí, lo que formaría nuestra personalidad. Las emociones fuertes son aquellas que más recursos despiertan, o que generan cascadas de gran intensidad, dejando salir entonces aquellos recursos que más se manifiestan en nosotros de forma más fuerte.
El segundo capítulo, Attachments and Goals (Afectos y Logros) habla de esto, de la forma en la que aprendemos a enlazar ciertos comportamientos con ciertas situaciones. Se introduce el concepto de planificación, el cumplimiento de submetas subyugadas a una meta principal, y el concepto de impresor (imprimer), como aquél agente externo del cual aceptamos el premio o el reproche para modificar nuestra conducta. Finalmente los contrasta contra los conceptos de modelos o impresores ficcionales que modelan nuestra conducta de otra forma.
El tercer capítulo, From Pain to Suffering (Del dolor al sufrimiento) comienza tratando algo de lo que el primer capítulo trató: ¿Cómo es que una emoción fuerte comienza a despertar muchas sensaciones distintas? ¿Cómo es que una emoción o sensación fuerte puede hacernos perder completamente la noción de dónde estamos o qué estamos haciendo? ¿Qué tiene de bueno eso? Aquí también vuelve a hablarse un poco de cómo es que un recurso puede accionar otros y cómo es que la mente puede inducirnos a ciertos estados provechosos para nosotros, aprendiendo de esa misma relación entre recursos (aunque queda pendiente todavía la explicación de cómo la mente tiene auto-conciencia sobre su funcionamiento). Finalmente se hace una contraposición entre las teorías de la conciencia de Freud con la teoría de los recursos activándose.
Hasta aquí ha llegado mi lectura del mismo, pero espero pronto poder continuarla.
Soy un zorrinito con recursos.
Once ago I published some information about Marvin Minsky’s book, The Emotion Machine, but I never had the chance to get to read it deeply. Finally, with time flying by, I kept on crawling through along the pages.
The book itself it extremely interesting, but sadly the online version has lots of quirks that makes us realize it is just a draft prior to publication, due to some of the poor explanation of certain concepts, but it still is quite understandable, always full of practical and simple examples and explanations that allow us to comprehend the concept being developed.
The first chapter, Emotional States proposes the theory that will be developed further in the remaining parts of the book: some cognitive sciences may fail because they want the explain mind’s behavior with simple rules, whilst probably it is really more complex than these rules may call. Then, why not treat it as a complex related element combination?
The idea of resources is introduced here, which are (according to its theory) elements that produce certain responses on human behavior, and each resource may in turn generate action on another ones. As time goes by and we learn to control ourselves, these resources will have their relationships enhanced or decreased, that would define our personality. Strong emotions that those that arise more resources, o that generate great intensity cascades, letting out those resources that are more manifested in us.
Second chapter, Attachments and Goals speaks further on this, about the way we learn to link certain behaviors to certain situations. The concept of planification is introduced here, the achieving of sub-goals subjugated to primary goals, and the concept of imprimer, as that external agent that we’ll accept the reward or the reproach in order to modify our conduct. Finally, it contrasts them against the concepts of models or fictional imprimers that model our behavior on different ways.
The third chapter, From Pain to Suffering starts with some of what the first chapter dealed with: How is it that a strng emotion arises many different sensations? How is it that a strong emotion or sensation may makes us loose the notion of where we are standing or what are we doing? What’s the benefit of all this? Also some of how a resource may activate anothers and how mind may induce us to certain states helpful to us is detailed here, although the explanation on how the mind may learn about the relation between resources and how is it self-aware on its inner working is still missing. Finally, a contraposition between Freud’s counscience theories and the activating resources theory is described.
That’s how much I’ve managed to get on with my reading on this book, but I hope to be able to continue it soon.
I’m a resourceful little skunk.