La máquina de emociones - Capítulo 4: Conciencia
Continuando con mi lectura del libro de Minsky, el capítulo 4 se titula “Conciencia”, y definitivamente trata sobre eso.
La primera sección del capítulo intenta definir lo que la conciencia es, por supuesto, fallando por el hecho de que “conciencia” no es más que una palabra describiendo algo que somos capaces de percibir. Al igual que nuestra mente, no puede ser lo suficientemente simple como para ser definidia por solo una palabra (o solo un proceso), de modo que Minsky deduce que la conciencia es de hecho la interacción de diferentes recursos mentales. él propone la idea de que nuestras mentes tienen un detector de conciencia que se activa cuando ciertos recursos están involucrados o activados. En esta idea podemos explicar comportamientos complejos inconscientes a la vez de comportamientos simples conscientes (y por supuesto, los opuestos también.)
Minsky también describe cómo las redes de conectividad o redes neurales no pueden describir completamente los secretos de nuestra conciencia, pero las redes semánticas sí. ( ¿Qué tan de acuerdo se encuentra esto con la neurobiología?) Esto se debe a que nuestros procesos de conciencia deben tener al menos cuatro características:
- Memoria: necesitan involucrar la memoria debido a la ilusión de la inmanencia - la ilusión de que todo lo que percibimos, pensamos y sentimos está ocurriendo ahora mismo, y de que poseemos toda la información que podemos obtener de nuestros sentidos. Lo que pensamos no se debe a lo que está ocurriendo en este preciso momento, sino a lo que acabamos de ver o hacer.
- Procesos seriales: parece que para procesos complejos o para procesos que requieran un recurso en específico, solamente podremos ejectuar una sola tarea a la vez, y esto explicaría conceptos como la “atención”.
- Descripciones simbólicas: necesitamos construir modelos abstractos y representaciones semánticas de nuestros mundos y de nosotros mismos incluídos en él.
- Modelos del propio-ser: también necesitamos una forma de modelarnos a nosotros mismos y poder predecir nuestras propias reacciones ante ciertas situaciones, en varios modelos (no sólo uno) de nosotros mismos.
Minsky también propone que existe otro detector que activaría ciertos recursos para hacernos concientes de un problema específico que debemos resolver cuando el comportamiento instinctivo no lo resolvería.
Luego trata sobre nuestra capacidad de reflexionar sobre nosotros mismos como si fueramos espectadores del Teatro Cartesiano, un concepto similar a la metáfora de Sócrates de la caverna y las sombras en la pared. Sin embargo, el teatro cartesiano es más una idea de Daniel Dennet, y podría ser descripta brevemente como si nuestra conciencia fuera un espectador en un espectáculo en donde diferentes partes de nosotros mismos son los actores.
Finalmente, Minsky explica la idea de _cerebros _reguladores y detectores. Estos cerebros podrían ser meta-mentes que interactúan como si el mundo exterior para ellas fuera la información que pueden obtener de nuestro cerebro real. Una especie de una mirada interior, que podría permitirnos alcanzar más planos abstractos fuera de la experiencia del mundo real.
Una cuestión curiosa es que Minsky explica que tenemos seis niveles de cerebros internos, lo que corresponde con los distintos niveles de conciencia que los humanos tienen: instinctos, deliberación, reflexión, reflexión del ser-propio, y reflexiones de la conciencia propia. No ha entrado en detalle sobre ninguno de ellos, pero realmente encuentro interesante el hecho de que ya he leído al respecto habiendo estudiado hace mucho Kabbalah y el árbol de la Vida como un mapa para la mente humana, en donde los seis sephiroth inferiores (Yesod-Hesed) representarían seis niveles de conciencia huamana. Quizá sea solamente casualidad, pero intentaré volver a esto después en más detalle.